Hay muchos factores a contemplar para cuidar la salud de un trabajador en su puesto laboral. A raíz de la revolución digital de los últimos años, uno de los factores de riesgo más relevante, es la exposición a pantallas, especialmente, las pantallas de visualización de datos (PVD).

Se considera que todo aquel trabajador que supere las cuatro horas diarias o 20 horas semanales delante de una pantalla, es un usuario de PVD en riesgo de padecer sus efectos nocivos, entre otros:

    • Problemas visuales como reflejos o parpadeos molestos
    • Fatiga mental producida por la excesiva intensidad de la tarea o la ausencia de pausas de descanso
    • Trastornos musculoesqueléticos que se producen por el mantenimiento de posturas prolongadas, en muchas ocasiones, combinado con malas posturas

 

 

La posibilidad de desarrollar trastornos derivados del uso excesivo de las pantallas en el ámbito laboral, podrá verse aumentada si la presión de la tarea es excesiva, o si no se respetan un mínimo de pausas de desconexión. En este sentido, es muy recomendable, para evitar la fatiga visual y mantener la salud ocular, realizar ejercicios de relajación de la vista como levantar la mirada de la pantalla y derivarla a escenas lejanas, preferiblemente al aire exterior.

La responsabilidad, como en cualquier aspecto relacionado con los Riesgos Laborales, es compartida entre el trabajador, que debe ser consciente de sus carencias y sus posibles problemas, y el empresario, que tiene que proporcionar las herramientas necesarias para evitar los riesgos. Una de las herramientas más importantes es la formación del trabajador en la Prevención de Riesgos Laborales.

 

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Toda la problemática de los riesgos con las pantallas en el ámbito laboral, se contempla en el Real Decreto 488/1997, de 14 de abril, sobre trabajos con pantallas de visualización (BOE nº 97, de 23 de abril). Entre otros puntos, en relación al equipo tecnológico del trabajador con PVD, el Decreto determina:

  • La distancia correcta entre pantalla y rostro del trabajador debe ser al menos de 40 cm.
  • La pantalla debe regularse en brillo, contraste, tamaño caracteres y valorar la polaridad positiva o negativa (en la mayoría de casos, es preferible la primera) teniendo en cuenta las condiciones del lugar de trabajo
  • Los programas de ordenador deben adaptarse al trabajador en cuanto a su conocimiento de usuario y a la tarea a realizar.
  • La pantalla debe evitar reflejos o reverberaciones molestas
  • El teclado debe ser inclinable e independiente de la pantalla para permitir una postura cómoda de brazos y manos.

Y en relación al espacio de trabajo, para prevenir los riesgos asociados a las pantallas en el ámbito laboral, se debe tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • La iluminación debe permitir un ambiente visual adecuado, si es necesario, deben cubrirse las ventanas con cortinas para atenuar los reflejos de la luz natural
  • El mobiliario debe tener un diseño ergonómico que permita la movilidad del trabajador así como el aprovechamiento del espacio.
  • Todo ello, debe acompañarse de una vigilancia diaria de posibles riesgos para garantizar una salud adecuada en el trabajo en relación al uso de pantallas.
  • Para conocer más sobre el tema y descubrir qué carencias puede tener tu empresa, contacta con expertos en riesgos laborales como SETEMCAT, asesoramos empresas y ofrecemos formación en Prevención de Riesgos Laborales.

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